¿Sufre estreñimiento crónico, problemas urinarios, hemorroides o siente pesadez pélvica? Es posible que padezca descenso perineal, una afección tratable en la que la debilidad del suelo pélvico permite que los órganos caigan y presionen hacia abajo. Afortunadamente, comprender las causas del descenso perineal y cómo fortalecer los músculos pélvicos puede ayudar a resolver los síntomas.
Esta guía explica qué es el descenso perineal, por qué se produce y cómo autotratarlo con sencillos ejercicios, cambios en la dieta y alivio del estrés. Sigue leyendo para saber cómo estabilizar el perineo puede mejorar la salud intestinal, vesical y sexual.
What is perineal descent?
El periné es un cabestrillo muscular que ocupa la parte inferior de la pelvis y sostiene órganos como la vejiga, el útero y el recto. El descenso del periné (también llamado síndrome del periné descendente) se produce cuando estos músculos se debilitan con el tiempo y ya no proporcionan suficiente elevación para mantener los órganos en su sitio. Esto provoca un prolapso, en el que los órganos sobresalen hacia la vagina o el recto.
Cuando el perineo desciende, arrastra consigo al suelo pélvico. Esto puede debilitar el suelo pélvico con el tiempo. Como resultado, puedes tener problemas como:
- Estreñimiento crónico
- Incontinencia fecal
- Prolapso de órganos pélvicos
- Incontinencia urinaria
- Dolor pélvico
What causes perineal descent?
Diversos factores pueden contribuir al descenso del perineo, entre ellos:
- Esfuerzo crónico: El esfuerzo excesivo durante la defecación es uno de los principales culpables. Piensa en el perineo como en un trampolín. Presionar repetidamente con fuerza durante el estreñimiento es similar a dejar un gran peso en el medio: al final, la "tela" se estira.
- Parto: El parto vaginal puede sobrecargar o lesionar nervios/músculos. Los partos difíciles o el uso de fórceps aumentan el riesgo.
- Menopausia: La disminución de estrógenos adelgaza las paredes vaginales y los tejidos del suelo pélvico. Esto hace que el prolapso sea más probable.
- Obesidad: El sobrepeso abdominal tensa los músculos pélvicos. El tejido adiposo también puede comprimir los nervios.
- Cirugía previa: Las histerectomías, la resección intestinal, la hemorroidectomía u otros procedimientos pélvicos pueden causar daños.
- Envejecimiento: Al igual que otros músculos, la fuerza del suelo pélvico disminuye de forma natural con el paso del tiempo. Afecciones como la artritis o la discopatía contribuyen a ello.
Junto con lo anterior, las enfermedades neurológicas, la genética e incluso la tos persistente pueden aumentar la susceptibilidad.
Symptoms of perineal descent
¿Se pregunta si puede tener un descenso perineal sintomático? Esté atento a cuestiones como:
Problemas intestinales
- Estreñimiento crónico/esfuerzos
- Sensación de evacuación incompleta
- Incontinencia fecal
- Deposiciones frecuentes
Problemas de vejiga
- Pérdidas de orina (incontinencia de esfuerzo)
- ITU recurrentes
- Problemas para iniciar el chorro de orina
Malestar
- Sensación de pesadez en el recto o el perineo
- Dolor pélvico
- Relaciones sexuales dolorosas
Cambios de aspecto
- Hemorroides expansivas
- Protuberancia perineal observable
- Prolapso rectal
Si experimenta con regularidad cualquier combinación de lo anterior, incluidas dificultades para defecar, asegúrese de consultar a su médico para que le realice un examen físico completo. Ellos podrán evaluar si existe descenso perineal sintomático y recomendar el tratamiento adecuado.
Getting tested for perineal descent
Para comprobar si hay descenso perineal, su médico puede examinar primero manualmente el perineo en busca de anomalías. También pueden realizar pruebas como:
- Defecografía: Defecará una pasta de bario mientras los técnicos realizan radiografías y fluoroscopias para detectar problemas.
- IRM pélvica: Una resonancia magnética detallada puede revelar una disfunción del suelo pélvico.
- Manometría anal: Mide la fuerza de los músculos del esfínter anal.
- EMG: Registra la actividad eléctrica de los músculos del suelo pélvico, ofreciendo información sobre el estado de la musculatura del suelo pélvico.
También pueden utilizarse otras pruebas como la urodinámica o la ecografía endoanal. El objetivo es determinar con exactitud si se padece un verdadero síndrome de descenso perineal anatómico o si los síntomas se deben a lesiones nerviosas o de otro tipo. disfunción del suelo pélvico. Esto orienta el enfoque del tratamiento.
Is surgery an option?
La cuestión es que el descenso perineal en sí no se puede corregir quirúrgicamente, a diferencia del prolapso de órganos, que sí se puede volver a colocar en su sitio. Esto se debe a que el principal problema es la laxitud del tejido conjuntivo y la debilidad muscular, y no la hernia de órganos.
Los intentos de "levantar" o reparar quirúrgicamente el perineo suelen fracasar. Los puntos y las mallas tienden a aflojarse con el tiempo, ya que los tejidos siguen debilitándose.
Además, la extirpación de nervios y tejidos durante la cirugía anorrectal puede agravar aún más los problemas intestinales y vesicales. Hay casos especiales, como los prolapsos importantes, en los que la cirugía puede ayudar, pero no trata la disfunción subyacente del suelo pélvico.
Conservative treatment options that work
La buena noticia es que el descenso perineal PUEDE mejorar con un tratamiento no quirúrgico. Las investigaciones científicas demuestran que el reentrenamiento de los músculos del suelo pélvico, junto con cambios en el estilo de vida, ofrece los mejores resultados a largo plazo. Esto es lo que ayuda:
Pelvic floor physical therapy
Acudir a un fisioterapeuta cualificado en suelo pélvico es sin duda el tratamiento más eficaz. Los fisioterapeutas realizan movilizaciones internas y externas de los tejidos blandos para liberar los tejidos demasiado tensos del perineo y sus alrededores.
A continuación, te guiarán a través de ejercicios de suelo pélvico para reconectar con todas las capas de tu suelo pélvico y fortalecerlas. Esto incluye estirar los músculos tensos y contraer los debilitados.
La fisioterapia también ayuda a reeducar los patrones musculares coordinados necesarios para la continencia y los movimientos intestinales. Recuperarás el control.
Dietary changes
El estreñimiento crónico y los esfuerzos son los principales factores que contribuyen al descenso perineal. Hacer deposiciones blandas con regularidad puede ayudar a aliviar la presión sobre el suelo pélvico:
- Aumente lentamente la ingesta de fibra
- Manténgase hidratado
- Considerar los alimentos probióticos
- Utilizar ablandadores de heces si es necesario
Su fisioterapeuta o médico puede proporcionarle orientaciones dietéticas más detalladas para resolver sus síntomas específicos.
External devices/support
Los dispositivos especiales, como los pesarios vaginales, pueden proporcionar un soporte estructural y devolver los órganos debilitados a su posición correcta. Estos dispositivos los coloca y controla el médico. Llevar un ortesis de sujeción perineal también puede aliviar la tensión de los músculos sobrecargados durante la actividad. De este modo, el suelo pélvico descansa y puede recuperarse.
Mind-body therapies
Técnicas de relajación como la respiración diafragmática, la meditación, el yoga, el pilates y el tai chi frenan la ansiedad y relajan los músculos tensos. La biorretroalimentación utiliza sensores que ayudan a visualizar y controlar las contracciones musculares.
Restoring pelvic floor strength
Tanto si optas por una terapia conservadora como por una operación, recuperar la fuerza muscular es vital para superar el descenso perineal a largo plazo. Exploremos algunos consejos fáciles pero muy eficaces para curar el suelo pélvico en casa, que también pueden ayudar en el tratamiento del rectocele y el cistocele.
- Póngase en cuclillas en lugar de sentarse - Evite ejercer presión sobre tejidos delicados. Cuando sea posible, opta por ponerte en cuclillas en lugar de sentarte directamente sobre el perineo. Utilice un pequeño taburete para apoyar los talones cuando necesite ponerse en cuclillas durante periodos prolongados.
- Hielo después de defecar - El hielo contrae los vasos sanguíneos, aliviando la inflamación que tensa los músculos. Aplica una bolsa de hielo envuelta en un paño en el perineo durante 5-10 minutos después de defecar para aliviar la hinchazón.
- Realice ejercicios Kegel - Los ejercicios de Kegel fortalecen los órganos de sostén del músculo pubococcígeo y pueden mitigar los problemas relacionados con el rectocele y la cara posterior del suelo pélvico. Trabaja hasta aguantar 5-10 segundos, relaja 5 segundos. Intenta hacer 5 series x 10 repeticiones al día, integrando también los "kegels rápidos" en tu rutina.
- Intenta inclinar la pelvis - Túmbate boca arriba con las rodillas flexionadas. Incline las caderas hacia arriba para aplanar la parte baja de la espalda, tirando del ombligo hacia dentro. Aguanta 5 segundos. Relájate. Repita 10 veces x 2 al día. Limite el ejercicio si le produce tensión o dolor.
- Practica la respiración profunda con la visualización - Cuando estés agachada, imagina que el perineo se "levanta" suavemente al inhalar por la nariz. Controle la exhalación con los labios fruncidos. Visualiza la zona ablandándose a medida que la respiración envía sangre oxigenada a los tejidos.
- Limite el esfuerzo - Evite contener la respiración y empujar intensamente durante la eliminación. En su lugar, ayuda a los músculos con un ligero esfuerzo abdominal, exhalaciones suaves y dispositivos como los reposapiés.
- Explora Yoga y Pilates - Los programas de bajo impacto refuerzan la conciencia central y la estabilidad pélvica con posturas como el puente o la concha de almeja. Consulta las clases especializadas en suelo pélvico.
Empieza hoy mismo a aplicar los consejos anteriores para fortalecer activamente tu suelo pélvico. Sé paciente y comprométete: con el tiempo, notarás una mejora sustancial del descenso perineal.
Take control of your pelvic floor health
El descenso perineal y la disfunción del suelo pélvico pueden afectar negativamente a la función de la vejiga y el intestino e incluso a la autoestima. Pero cuanto antes te evalúen e inicies un tratamiento conservador, más posibilidades tendrás de controlar los síntomas a largo plazo.
Sé tu propia defensora de la salud y supera tus dudas a la hora de hablar abiertamente con tu médico. Existen muchas opciones no quirúrgicas para fortalecer el suelo pélvico y tratar enfermedades como el rectocele y el cistocele.
Recuperar el control de la estabilidad pélvica es posible mediante fisioterapia del suelo pélvico, modificaciones dietéticas, dispositivos y control del estrés. Dale a tu cuerpo el apoyo adicional que necesita mientras trabajas para recuperar la integridad muscular desde dentro.