¿Ha sentido alguna vez abultamientos en la vagina o presión hacia las piernas al ponerse de pie o hacer esfuerzos? ¿Tiene ganas frecuentes de orinar o pérdidas cuando está activa que antes no eran un problema? Muchas mujeres experimentan problemas de este tipo pero no entienden lo que ocurre en su interior. Es posible que padezcas prolapso de órganos pélvicos, una afección en la que los músculos y tejidos pélvicos se debilitan, permitiendo que los órganos caigan y protruyan hacia la vagina. Un pesario es un dispositivo sencillo y extraíble que ofrece alivio proporcionando soporte interno sin los riesgos de la cirugía. Siga leyendo para descubrir todo lo que necesita saber sobre cómo tratar el prolapso o la incontinencia con esta sorprendente pero sencilla solución.
¿Qué es un pesario y por qué conviene utilizarlo?
Un pesario es un dispositivo extraíble que se inserta en la vagina para proporcionar soporte y elevación a los órganos pélvicos. Los pesarios ofrecen una forma no quirúrgica de tratar los molestos síntomas asociados a los trastornos del suelo pélvico, como el prolapso o la incontinencia. Pueden aliviar los síntomas de muchas mujeres, evitando o retrasando la cirugía.
Si padece molestos problemas pélvicos, un pesario bien ajustado puede ayudarle a recuperar la comodidad y la funcionalidad sin los riesgos de una operación. Siga leyendo para descubrir todos los detalles esenciales sobre esta sorprendente pero sencilla solución.
Causas de los trastornos del suelo pélvico
Para entender por qué puede ser útil un pesario, es importante comprender primero qué provoca los problemas del suelo pélvico. El grupo de músculos que abarca la base de la pelvis se conoce como suelo pélvico. Estos músculos y tejidos conectivos actúan como una hamaca, sosteniendo órganos como la vejiga, el útero y el recto en la posición adecuada.
Ciertas experiencias debilitan el suelo pélvico con el paso del tiempo, permitiendo que los órganos se deslicen hacia la vagina. Este movimiento de los órganos, conocido como prolapso, provoca presión, plenitud y protrusión. El parto, el envejecimiento, el sobrepeso y las actividades extenuantes contribuyen a dañar el suelo pélvico. Además, factores como la tos crónica, el estreñimiento, los esfuerzos y la cirugía pélvica previa aumentan aún más el riesgo.
A medida que los músculos del suelo pélvico se estiran y debilitan, pueden aparecer trastornos de prolapso que afectan a la:
- Vejiga (cistocele)
- Útero (prolapso uterino)
- Recto (rectocele)
- Intestino delgado (enterocele)
Además, las lesiones en los músculos que rodean la uretra pueden provocar incontinencia urinaria de esfuerzo. Esto implica pérdidas de orina con actividades físicas como toser, estornudar, reír o hacer ejercicio. Tanto el prolapso como la incontinencia merman gravemente la calidad de vida.
¿Por qué probar el pesario antes de la cirugía?
Existen dos vías principales para tratar los trastornos molestos del suelo pélvico: el uso de pesarios o la reparación quirúrgica. Los pesarios ofrecen una opción conservadora de primera línea para tratar los síntomas sin los riesgos de una operación. Hay muchas razones por las que el pesario puede ser la mejor opción inicial para usted:
- Alivio rápido: Los pesarios proporcionan una mejoría casi instantánea una vez ajustados y colocados correctamente. Es probable que notes una reducción de los síntomas de inmediato, en lugar de esperar a que cicatrice la intervención quirúrgica.
- Económicos: El uso de pesarios evita los elevados costes quirúrgicos y hospitalarios. Las citas de ajuste y seguimiento suelen costar bastante menos que la cirugía.
- Reversible: Si un pesario no es la solución adecuada para usted, basta con retirarlo. En cambio, la cirugía altera la anatomía de forma permanente.
- Riesgo bajo: Los riesgos del pesario incluyen molestias, hemorragias o secreciones/infecciones. Sin embargo, estos efectos secundarios suelen desaparecer rápidamente una vez retirado el dispositivo. Las complicaciones quirúrgicas como el dolor o las lesiones en la vejiga son poco frecuentes, pero tienen consecuencias más graves en caso de producirse.
- Sin tiempo de inactividad: Con un pesario puede reincorporarse a su vida normal, a diferencia de lo que ocurre semanas después de una operación. No hay restricciones de actividad ni periodo de recuperación.
- Posibilidad de posponer la operación: Aunque acabe necesitando una intervención quirúrgica, probar primero el pesario retrasa la operación. Así se evita una intervención quirúrgica prematura antes de que sea absolutamente necesaria.
- Adecuado si la cirugía no es aconsejable: ¿Problemas de salud subyacentes que hacen peligrosa la cirugía? El pesario actúa como alternativa para quienes no pueden someterse a una operación con seguridad.
- Complementar otros tratamientos: Utilizar el pesario junto con fisioterapia del suelo pélvico proporciona un soporte adicional durante la rehabilitación muscular. Esto reduce aún más la gravedad del prolapso o las fugas.
- Autocuidado manejable: Muchas variedades de pesarios permiten la autoextracción para la limpieza periódica y las relaciones íntimas. Proporcionan una sensación de control sobre el dispositivo.
- Cubierto por el seguro: La mayoría de los seguros cubren la colocación del pesario y los cuidados continuos, por lo que resulta asequible para muchas personas. La cirugía puede requerir deducibles o copagos elevados.
Teniendo en cuenta todas estas ventajas, el pesario es una excelente primera opción antes de considerar la cirugía. Hay poco que perder al probarlo, ¡y muchas molestias que aliviar!
Cómo alivian las molestias los pesarios
¿Se pregunta cómo alivia exactamente el pesario las molestias pélvicas? El dispositivo funciona mediante un soporte mecánico que se ajusta perfectamente a las paredes vaginales. Esto devuelve a los órganos pélvicos caídos a su alineación anatómica correcta, aliviando la presión sobre los tejidos del suelo pélvico.
Los beneficios específicos del pesario incluyen:
- Alivio del prolapso: Al apuntalar los órganos prolapsados, los pesarios alivian las sensaciones asociadas de pesadez pélvica, arrastre, presión o plenitud. También pueden reducir los problemas urinarios, como el aumento de la frecuencia o la urgencia, causados por los órganos protuberantes que comprimen la vejiga.
- Mejora de la incontinencia: Para la incontinencia de esfuerzo, los pesarios sujetan y cierran la uretra para que la orina no se escape inesperadamente con las actividades físicas. Al reducir las pérdidas se evitan accidentes embarazosos y compresas.
- Ayuda para los síntomas sexuales: Aliviar la protrusión de órganos hace que el sexo sea más cómodo eliminando la obstrucción. La elevación del tejido de las paredes vaginales también disminuye la fricción dolorosa durante la intimidad.
- Ayuda a la defecación: Los pesarios para rectocele elevan el recto, lo que permite un vaciado más completo durante la defecación. Esto minimiza el esfuerzo y la presión anal asociada.
- Ayuda en caso de hernia: Algunos pesarios tienen suficiente integridad estructural como para empujar suavemente un intestino que asoma por el tejido de la pared abdominal y devolverlo a su sitio. Esto alivia los dolorosos síntomas de la hernia sin necesidad de cirugía de urgencia.
Aunque no solucionan las disfunciones musculares subyacentes, los pesarios refuerzan con éxito el soporte en los casos en que los tejidos pélvicos se han vuelto demasiado laxos. El implante reduce la gravedad del prolapso y controla las pérdidas, la presión, el dolor y otros problemas asociados.
Variedad de pesarios y diseño específico
Existen numerosas configuraciones de pesarios entre las que elegir en cuanto a forma, tamaño y estructura. El modelo óptimo para usted depende de variables como su anatomía particular y los detalles del trastorno. No obstante, los pesarios se dividen a grandes rasgos en grupos de soporte y de relleno de espacio en función de los efectos que pretenden conseguir.
Los pesarios de soporte, como los anillos, elevan los órganos pélvicos insuficientemente desarrollados, pero dejan abierto el canal vaginal. Esto evita la sensación de "taponamiento". Los pesarios de relleno tienen más superficie, bloqueando el espacio para que los órganos no puedan sobresalir hacia abajo. La mayor cobertura vaginal permite controlar mejor el prolapso avanzado en algunos casos.
Aquí tiene una visión general de tipos comunes de pesarios incluidos sus rasgos definitorios:
- Pesario anular: Este anillo en forma de rosquilla rodea el cuello uterino y sostiene los órganos pélvicos por encima. La parte central abierta deja libre el canal vaginal. El anillo está disponible en varios tamaños y niveles de suavidad. Funciona bien para el prolapso leve de vejiga y la incontinencia de esfuerzo.
- Pesario Gellhorn: Semejante a un diafragma redondo, esta opción más firme tiene un pomo en forma de cono que sobresale del centro. El disco acampanado eleva los órganos, mientras que el pomo frena el descenso uterino leve. Resulta útil en caso de prolapso anterior avanzado.
- Pesario Donut: Similar al anillo pero más grueso, ofrece más sujeción. Una opción alternativa para quienes no pueden mantener el anillo habitual. Su forma más llena puede sujetar mejor los órganos. Tiene el centro abierto, como el anillo.
- Pesario Shaatz: Presenta un disco macizo sin pomo combinado con un borde exterior elástico de alambre. Sirve de apoyo en los casos de rectocele y enterocele que necesitan un refuerzo adicional para bloquear el movimiento descendente del órgano.
- Pesario cúbico: Estructura de caja hueca con hendiduras laterales que succionan las paredes vaginales. Ofrece un soporte que llena el espacio sin comprimir los tejidos blandos. Suele ser útil para mujeres mayores con prolapso avanzado. Disponible en varios tamaños.
- Pesario Gehrung: Moldeado con un soporte central y membranas de látex adheridas que se amoldan. Permite el drenaje sin absorber la humedad. Bueno para la incontinencia y el apoyo prolapso uterino leve.
- Pesario de plato: Con forma de globo desinflado, esta opción ultrafina se abre una vez colocado, adhiriéndose alrededor de las paredes vaginales. Rellena el espacio sin irritar en algunos casos.
Su médico determinará la forma óptima mediante una prueba en consulta. Prepárate para probar varias opciones antes de descubrir qué modelo funciona mejor.
Además de los dispositivos estructurados, los pesarios de venta libre ayudan específicamente en la incontinencia urinaria de esfuerzo. Estos dispositivos desechables sujetan los tejidos uretrales para reducir las pérdidas. Opciones como Uresta, Contiform e Impressa pueden adquirirse sin receta. Sin embargo, los dispositivos a medida alquilados por médicos suelen controlar mejor los síntomas a largo plazo.
Colocación del pesario paso a paso
La colocación de un pesario requiere una cita inicial de ajuste y un seguimiento. A continuación te explicamos qué puedes esperar cuando te coloquen tu primer dispositivo:
Examen pélvico - El proceso comienza con un examen exhaustivo de la anatomía pélvica por parte del médico. Mediante la observación de la gravedad del prolapso y la evaluación de las dimensiones vaginales, determinan el estilo y el tamaño óptimos del pesario para ti. El tamaño, en particular, debe equilibrar un apoyo suficiente de los órganos con la comodidad para evitar la erosión.
Selección del pesario - A continuación viene la elección real del modelo adecuado. Su médico le insertará las distintas opciones una a una, evaluando su eficacia. Intentará caminar y toser para comprobar si se desprende, si sobresale el órgano y si hay fugas. Exprese claramente cualquier molestia para que se puedan intentar picos alternativos. Esta prueba se asienta en el pesario de apoyo adecuado que no causa problemas.
Orientación inicial sobre el uso - Una vez identificada, se colocará el pesario ajustado para llevarlo en casa. Su médico le dará indicaciones sobre la extracción, la limpieza y los signos de advertencia que requieren atención. Antes de irse, revise las expectativas del alta y los plazos de seguimiento. La mayoría de las pacientes se sienten cómodas autogestionando las tareas recurrentes de cuidado del pesario. Sin embargo, la supervisión continua garantiza un ajuste adecuado y la salud vaginal.
Citas de seguimiento - Después de la colocación, en las visitas de seguimiento se comprueba la posición y el ajuste del dispositivo. Por lo general, los pesarios requieren la inspección del proveedor cada tres a seis meses. Cualquier síntoma molesto también justifica una evaluación más temprana. En estas visitas periódicas se comprueba si hay complicaciones como erosión, infección o incrustación. El médico puede sustituir los pesarios desgastados o probar otros tamaños si es necesario. Mantente alerta y habla de las molestias.
Autocuidado entre visitas Dependiendo del diseño del pesario, algunas personas se encargan de la limpieza por sí solas mediante la extracción periódica. Después de lavarlo con un jabón suave y enjuagarlo bien, el dispositivo puede volver a colocarse fácilmente. No obstante, confirme los detalles del autocuidado con su médico, ya que algunos pesarios sólo deben ser manipulados por médicos. El seguimiento de los cambios, como nuevas secreciones, dolor o deslizamiento, ayuda a identificar los problemas que requieren una atención fuera de lo programado. Sin embargo, en general, los pesarios requieren poco mantenimiento entre una colocación y otra.
Si se transmiten claramente las necesidades durante la selección y se siguen al pie de la letra las directrices de uso, las usuarias de pesarios consiguen a menudo un alivio excelente de los síntomas. Tenga paciencia con las pruebas y errores a corto plazo: ¡la perseverancia da sus frutos!
Beneficios del Pesario: Ventajas del uso de este dispositivo
Los pesarios ofrecen múltiples ventajas como tratamiento de primera línea antes de la cirugía:
- Alivio rápido - A diferencia de la cicatrización postoperatoria, los pesarios empiezan a aliviar las molestias rápidamente una vez colocados. La mayoría de los pacientes informan de una mejora significativa de los síntomas a los pocos días de su colocación. Despídete de las molestias de vejiga, intestino o pelvis.
- Pocos riesgos - Los pesarios son bastante seguros y presentan pocas probabilidades de complicaciones, especialmente bajo supervisión médica. Los posibles problemas, aunque poco frecuentes, como nuevas hemorragias o dolor, se resuelven al retirarlos. En cambio, la cirugía puede provocar daños permanentes en los nervios, cicatrices, dolor continuo o complicaciones con la malla.
- Barato - Al costar mucho menos que una operación, los gastos del pesario se limitan a ajustes poco frecuentes y sustituciones del dispositivo. Incluso sin una cobertura de seguro sólida, el precio es relativamente asequible para la mayoría.
- Facilidad de uso - La inserción y extracción sencillas y la ausencia de mantenimiento diario hacen que el uso de pesarios resulte muy cómodo. Las limpiezas pueden requerir una atención ocasional, pero el funcionamiento básico no presenta problemas.
- Opción ambulatoria: con la colocación del pesario en la propia clínica, no hay riesgos de anestesia, gastos de ingreso ni recuperación tras el alta. Además, podrá retomar rápidamente su actividad normal sin restricciones.
- Sin alteraciones permanentes - En caso de que el tratamiento con pesario no cumpla las expectativas o surja una solución mejor, al extraerlo se restablece la anatomía original sin alteraciones. Así se evitan cambios permanentes que resten eficacia a futuras opciones.
Dadas estas ventajas, los pesarios constituyen un excelente punto de partida antes de plantearse una intervención quirúrgica. ¿Por qué someterse a una operación importante si un simple dispositivo puede solucionarlo todo? Pruebe antes este artilugio revolucionario.
Atención a las complicaciones
Aunque en general son seguros, los pesarios rara vez causan efectos adversos que requieran atención. Muchas complicaciones surgen por un mal ajuste que provoca fricción y daños en los tejidos. Mantente alerta ante síntomas como:
- Dolor/Incomodidad - Señal de tamaño o posición inadecuados, rectifique de inmediato mediante un reajuste.
- Sangrado/descarga - El manchado o la secreción coloreada podrían indicar erosión en el revestimiento vaginal.
- Mal olor - Un olor perceptible sugiere la existencia de una infección que requiere un examen incluso sin que se manifiesten otros síntomas.
- Problemas urinarios - Una nueva incontinencia o un aumento de las pérdidas justifican una reevaluación.
Si aparecen molestias a pesar de la colocación correcta, pruebe con otra forma o material. No obstante, ante cualquier cambio preocupante, póngase rápidamente en contacto con su médico por mínimo que parezca. Si no se tratan, las complicaciones pueden provocar incrustaciones o la formación de abscesos. No te resistas a los síntomas molestos.
Ciertas afecciones médicas también contraindican totalmente el uso de pesarios. Las personas con déficits de destreza manual que limitan la capacidad de extracción/limpieza pueden no ser candidatas. Un prolapso severo igualmente difícil de sostener junto con infecciones vaginales activas significa evitar también la colocación de pesarios hasta que se resuelva por completo.
Sin embargo, si se utilizan de forma responsable bajo supervisión médica, los pesarios ofrecen un alivio poco molesto. Siga todas las recomendaciones para mantener este tratamiento lo más libre de problemas posible.
Pesario versus cirugía: Cómo decidir
Si el tratamiento con pesarios no es suficiente, puede ser necesario un refuerzo quirúrgico. Pero, ¿cuándo es el momento adecuado para pasar del tratamiento conservador a la intervención quirúrgica?
Los factores que favorecen una eventual operación incluyen:
- Prolapso severo/empeoramiento que no mejora sólo con el uso de pesario
- Complicaciones recurrentes como nuevas hemorragias o molestias
- Incapaz de tolerar las visitas al consultorio para control
- Búsqueda de más actividades sin necesidad de retirar el dispositivo
- Objetivo de corrección máxima a largo plazo por encima del mero alivio de los síntomas
Antes de pasar a la cirugía, asegúrese de que el pesario ya no es suficiente, incluso con cambios en el diseño. Sin embargo, un empeoramiento pronunciado a pesar de un ajuste conforme justifica la discusión sobre opciones de refuerzo. Su médico puede aconsejarle sobre el momento óptimo para la cirugía de rescate cuando las medidas conservadoras dejen de controlar adecuadamente los problemas.
Si espera demasiado, corre el riesgo de sufrir molestias, disfunción sexual y complicaciones como la formación de úlceras. Por otra parte, una intervención prematura le expone a riesgos quirúrgicos innecesarios si los síntomas aún eran manejables.
Mantén un diálogo abierto con tu médico especialista en salud pélvica y revisa periódicamente la calidad de vida y la evolución del trastorno. Realiza la transición del pesario a la cirugía en el momento ideal: no demasiado pronto, pero tampoco demasiado tarde. Camine con cuidado por la cuerda floja del tratamiento.
Para llevar: ¿A quién beneficia más probar el pesario?
Los pesarios ayudan a las pacientes motivadas y dispuestas a colaborar estrechamente con los profesionales sanitarios en los detalles de la colocación y el autocuidado. Comprometerse a realizar seguimientos e informar puntualmente de los problemas garantiza unos resultados satisfactorios. Además, las personas que desean retrasar la intervención quirúrgica lo máximo posible son buenas candidatas. Sin embargo, hay que moderar las expectativas, ya que los pesarios no corrigen la disfunción pélvica a largo plazo, sino que la controlan en los casos graves.
En conjunto, un pesario presenta un riesgo bajo pero una recompensa alta. ¿Por qué someterse primero a una cirugía intensiva antes de explorar una opción tan fácilmente reversible? Pruebe hoy mismo este discreto dispositivo para recuperar su calidad de vida.