Seamos sinceros: el sexo no siempre es tan apasionado o satisfactorio como nos gustaría. La incomodidad, la falta de excitación y una comunicación deficiente pueden contribuir a cometer errores en el dormitorio. Sin embargo, aprender posturas sexuales cómodas y adaptadas a sus necesidades particulares puede transformar la intimidad al maximizar el placer de ambos miembros de la pareja.
Esta completa guía de posturas sexuales cómodas redefinirá sus experiencias íntimas mediante sencillos ajustes de posición y técnicas chisporroteantes diseñadas para la comodidad. Explore ángulos innovadores para evitar el dolor, prolongar la pasión y descubrir juntos nuevas cotas de satisfacción.
Discussion about Las mejores y más cómodas posturas sexuales
Independientemente de tu nivel de experiencia o de tus preferencias, la comunicación es vital para garantizar unas relaciones sexuales cómodas y mutuamente gratificantes. Habla con tu pareja de los ángulos, la velocidad y la profundidad de la penetración, y hazle saber si algo le resulta incómodo o doloroso para que podáis cambiar de posición sin problemas.
Lubricantes de silicona también mejoran notablemente el confort y la excitación en todas las actividades del dormitorio al reducir la fricción. No tengas reparos en utilizar cantidades abundantes durante los preliminares y las relaciones sexuales: ¡más mojado es casi siempre mejor!
Posiciones óptimas del misionero
Los clásicos lo son por una buena razón, y el misionero permite intimidad al tiempo que da el control al receptor. Para aumentar la comodidad, la pareja que da se sienta a horcajadas sobre el cuerpo de su amante en lugar de abrir las piernas. Así se limita la profundidad de la penetración y se consigue un placer indoloro.
Elevar las caderas de la pareja receptora con una almohada es otro sencillo truco para mejorar el acceso. El ángulo de apoyo hace que su cuerpo esté más relajado y receptivo, a la vez que le permite apretar el clítoris o la pelvis contra la almohada.
Mujer encima para un sexo satisfactorio
En lugar de depender de tu pareja para conseguir posiciones sexuales óptimas y cómodas, toma las riendas del asunto subiéndote encima. La postura de la vaquera permite a la mujer regular la velocidad, la profundidad y el ritmo de la penetración según sus preferencias.
Empieza sentándote a horcajadas sobre tu amante, sentado o tumbado. Para mayor estabilidad, pídele que doble las rodillas detrás de ti. Cuando bajes, utiliza la mano para agarrar el pene o el consolador y guíalo suavemente dentro de ti en el ángulo perfecto. Una vez introducido, realiza movimientos de vaivén en lugar de rebotes profundos para limitar las molestias.
Opciones de sexo de pie
Las posturas sexuales de pie requieren un mínimo de flexibilidad o fuerza una vez que descubres el apoyo adecuado.
Frente a frente, cerca de una pared, una mesa alta u otra superficie resistente, levanta una pierna sobre las caderas de tu amante. Inclínate hacia atrás mientras te penetra para mantener el equilibrio y usa tu palanca contra el objeto sólido de detrás para estabilizarte.
Haz que tu pareja permanezca quieta mientras tú te deslizas hacia delante y hacia atrás con la profundidad, el ritmo y la presión que prefieras. Esta postura es ideal para estimular cómodamente el punto G o la próstata.
Abrazar para estar más cerca
A veces apetece una intimidad más profunda que posturas atrevidas. El cuchareo permite un afecto sin complicaciones y la pareja receptora pone límites a la profundidad.
Mirando en la misma dirección, haz que el amante penetre por detrás. Mueve las caderas lentamente hasta que el pene o el consolador se introduzca a la profundidad deseada. Mantén las piernas cerradas mientras animas a tu pareja a que te rodee con el brazo para disfrutar de una increíble sensación de conexión sensual.
Maximizar los placeres orales
Aunque el sexo con penetración puede resultar incómodo, explora los placenteros placeres de la estimulación oral como una excitante alternativa.
La clásica postura del 69 permite a los dos miembros de la pareja prodigarse afecto simultáneamente con la boca y las manos. Basta con tumbarse perpendicularmente con los genitales alineados con las caras.
Si el 69 tradicional te parece un reto demasiado atlético, prueba la variante del mismo lado. Túmbate cara a cara de lado, con una pierna levantada para permitir el acceso oral. Esta opción íntima también permite caricias suaves y besos apasionados.
Prolongar la pasión evitando el clímax prematuro
Aunque un revolcón rápido puede ser agradable, una tensión sensual prolongada hace que el clímax sea infinitamente más satisfactorio. Utilizar posturas sexuales cómodas que permitan una penetración poco profunda ayuda a retrasar el orgasmo sin dejar de experimentar una intensa estimulación genital.
En la postura del "perrito perezoso", haz que la persona que te recibe se tumbe en horizontal mientras tú le cubres con tu cuerpo. Apoya la mayor parte de tu peso en los codos y resiste las embestidas profundas. Las tentadoras sensaciones contenidas ayudan a aumentar la sensibilidad para el final.
La posición de pie "encima de la mesa" también evita la liberación prematura. Inclinados sobre una mesa alta o el brazo de un sofá, los receptores controlan ellos mismos la profundidad de entrada arqueando o bajando las caderas. Los dadores simplemente se colocan detrás y ejercen una suave presión mientras su amante marca el ritmo deslizándose sutilmente hacia delante y hacia atrás.
Capacitar a la pareja receptora para que se sienta cómoda
Incluso en los roles tradicionales con una dinámica de pareja que da/recibe, el receptor puede maximizar su propia comodidad, placer y satisfacción adoptando un papel activo.
En lugar de recostarte pasivamente, guía el cuerpo de tu amante hacia una posición óptima con toques seguros. Agarra sus nalgas con ánimo para controlar la profundidad de la penetración según tus preferencias personales. Elevar las piernas abre el acceso a mayor profundidad, mientras que mantenerlas bajadas asegura una inserción poco profunda.
Asimismo, aumenta la participación utilizando tus propias manos para estimular simultáneamente las regiones erógenas. Acaricia tus pechos, acaricia tu clítoris o agarra tu pene mientras tu pareja te penetra. Armonizar los movimientos aumenta la intensidad.
Confort y sabor
Una vez fundamental trucos de posicionamiento Ahora es el momento de elevar la intimidad con accesorios eróticos como ataduras, juguetes y lubricantes.
Aunque la estimulación manual puede ser satisfactoria, la introducción de vibradores utilizados simultáneamente durante el acto sexual proporciona una excitación del clítoris manos libres que prácticamente garantiza orgasmos femeninos. El truco está en colocar el juguete de modo que permanezca constantemente en contacto con la vulva durante la confianza.
Otro accesorio que puede mejorarse es el uso de sujeciones suaves, disponibles en seda o piel sintética. Restringir la movilidad de brazos y piernas permite controlar mejor los ángulos, mientras que los materiales de lujo evitan rozaduras en las muñecas. Las vendas también aumentan las sensaciones cuando se bloquea la visión.
Por último, los productos lubricantes a base de agua reducen la fricción tanto en los preliminares como en el coito. Su sedosa humedad permite que los dedos, la lengua y el pene se deslicen sin fricción.
Claves para encontrar posturas sexuales cómodas
Las discusiones abiertas sobre ángulos, presión y profundidad pueden parecer incómodas al principio. Sin embargo, el buen sexo es el resultado de la comprensión mutua de lo que se siente mejor.
No ignore las molestias. En lugar de ello, haz una pausa para cambiar de posición, lo que te proporcionará un alivio inmediato y evitará que todo el encuentro descarrile. Experimenta hasta encontrar tu configuración personalizada que maximice el placer de ambos.
El sexo ideal se desarrolla sin esfuerzo una vez que aprendes las opciones que complementan el cuerpo de tu pareja y el tuyo. Dominar este vocabulario sensual permite guiar verbalmente los ajustes durante la intimidad. Pronto, estas transiciones naturales se vuelven instintivas, lo que conduce a flujos fluidos entre posiciones sexuales cómodas y un mayor disfrute en general.
Lo esencial
Invertir esfuerzo en aprender las técnicas de las posturas sexuales cómodas merece la pena porque aumenta la pasión, se profundiza en la intimidad y se evitan errores dolorosos.
En lugar de confiar en el azar o en preferencias pasadas, toma parte activa en la creación de tu experiencia ideal inspirándote en los consejos y trucos anteriores. Dile a tu pareja con precisión qué es lo que más te gusta o guía suavemente su cuerpo mientras disfrutas de sus posturas favoritas.
Con una comunicación abierta, lubricación y una pizca de creatividad en el dormitorio, reclama el confort y la excitación que te mereces entre las sábanas.