El squirting sigue siendo uno de los grandes placeres misteriosos del sexo. Algunas vulvas pueden desatar fuentes de fluidos durante el clímax, mientras que otras sólo experimentan las contracciones familiares del orgasmo. Sin embargo, a pesar de que el squirting se ha generalizado en el porno y la cultura pop, sigue habiendo mucha confusión.
Vamos a desvelar la verdad sobre los orígenes del squirting, su finalidad y su potencial sin explotar, con técnicas respaldadas por la investigación para explorar las compuertas de tu placer personal. Libera tus expectativas, conoce tu cuerpo a niveles más profundos y disfruta de las olas de sensaciones allá donde fluyan.
¿Qué es el squirting?
El squirting, también conocido como eyaculación femenina, es la expulsión de fluidos durante la excitación sexual o el orgasmo por parte de algunas personas con vulva. Las investigaciones actuales han identificado dos tipos distintos de fluidos - fluido eyaculado y fluido chorreante.
Las glándulas de Skene, situadas junto al punto G, producen el líquido eyaculado en pequeñas cantidades de unos pocos mililitros. Tiene una consistencia similar a la del semen. El líquido de eyaculación, por el contrario, se origina en la vejiga y se expulsa en mayores cantidades a través de la uretra cuando la mujer se excita o alcanza el orgasmo. Este tipo de fluido inodoro e incoloro puede confundirse con la orina, pero los estudios demuestran que contiene una mezcla de componentes urinarios y antígeno prostático específico.
Comprender la compleja anatomía del placer
El placer femenino depende de una intrincada interacción de estructuras y sistemas que trabajan en sinergia. La pubertad provoca la activación de más de 8.000 fibras nerviosas en el clítoris, el doble que en el pene. Esta densidad explica por qué la inmensa mayoría de las mujeres (hasta 75%) sólo alcanzan el clímax mediante la estimulación directa del clítoris.
Al equiparar el clítoris a la pequeña glándula externa, a menudo se pasa por alto la extensa anatomía interna. Esta red oculta rodea la vagina, la uretra y el ano, lo que contribuye aún más a la excitación y el placer cuando se estimula adecuadamente.
Los investigadores también descubrieron otro punto de placer situado a unos cinco centímetros dentro de la pared superior de la vagina. Esta zona con forma de alubia y repleta de terminaciones nerviosas, que ahora se conoce como punto G, puede desencadenar sensaciones intensas y eyacular cuando se excita.
Al comprender estas intrincadas zonas erógenas, las parejas descifran el mapa hacia una mayor intimidad y satisfacción mutua.
Superar mitos obsoletos sobre el squirting
Muchos asumen que el squirting equivale a incontinencia urinaria provocada por una estimulación intensa del punto G. Sin embargo, estudios recientes han descubierto diferencias químicas clave entre la orina, la eyaculación femenina y los compuestos de las glándulas de Skene (también conocidas como próstata femenina).
Las glándulas de Skene recubren el extremo inferior de la uretra y drenan líquido hacia el canal en el momento de la excitación. A medida que aumenta la tensión sexual, el punto G estimula aún más estas glándulas. El squirting se produce cuando la eyaculación que se está formando sale por el orificio uretral, sin orina de por medio. Y dado que todas las mujeres tienen glándulas de Skene, la mayoría posee al menos cierta capacidad de eyacular a chorros cuando están bien excitadas.
Otro mito común sugiere que el squirting representa la penúltima experiencia sexual. En realidad, la anatomía, los patrones de excitación y la respuesta orgásmica de cada mujer son muy personales.
Aunque la capacidad de eyacular no tiene nada que ver con la habilidad o destreza sexual de una persona, las parejas dispuestas a explorar con seguridad nuevas sensaciones pueden desbloquear este eufórico reino del placer. Cuando se trata de disfrutar de la intimidad, hay que dar prioridad a la comunicación abierta sobre el establecimiento de puntos de referencia performativos.
Aprovechar el poder de la estimulación sexual
Dominar las múltiples formas de estimular las zonas erógenas fértiles favorece una mayor excitación para disfrutar más del coito. Aunque las sensibilidades varían de una mujer a otra, muchas afirman haber obtenido resultados placenteros con tácticas de eficacia probada.
Antes de que comience la pasión, prepara el terreno para la relajación con sensuales juegos preliminares. Da suaves besos desde el cuello hasta el ombligo, acaricia las zonas erógenas y masajea la tensión desde los hombros hasta los pies. Estos actos preparan el cuerpo para la excitación activando el sistema nervioso parasimpático: descansar, relajarse y digerir.
Cuando estés preparada para un contacto más íntimo, incorpora el juego del clítoris al acto sexual. Prueba la estimulación externa mediante roces manuales, suaves lamidas o vibraciones que rodeen la región vulvar. Combinar la atención externa con la estimulación interna enciende aún más los nervios.
Haz que tu pareja introduzca lentamente dos dedos en el interior de la vagina, presionando hacia arriba con un movimiento de venida para despertar el punto G. Experimenta con distintas presiones y velocidades mientras observas las señales verbales y no verbales para discernir las preferencias. Alternar rítmicamente caricias internas con golpecitos externos en el clítoris provoca respuestas enérgicas en muchas mujeres.
Liberar el poder del escurridizo punto G
El punto G, con forma de alubia y repleto de nervios, suele esconderse a lo largo de la pared frontal superior de la vagina, a unos dos nudillos de profundidad. Esta zona de transición, discreta cuando está inactiva, se transforma al excitarse. Cuando la sangre fluye hacia la pelvis durante los preliminares, la zona, antes plana, se hincha y se convierte en una almohadilla estriada fácilmente palpable que recuerda a la cáscara de una nuez.
Cuando se estimula adecuadamente mediante masajes, empujones o movimientos de vaivén, el punto G, de gran sensibilidad, puede desencadenar un profundo placer e incluso la capacidad de eyacular en algunas mujeres. Es posible que la pareja tenga que experimentar con la presión, la velocidad y la duración para activar este potencial. La paciencia y la comunicación son la clave.
Curiosamente, las ecografías revelaron grandes similitudes entre el tejido eréctil que forma el punto G y el que comprende gran parte del clítoris. Esta conexión explica la intensidad de las sensaciones que algunas mujeres experimentan al estimular ambas zonas. Al igual que la estimulación combinada provoca orgasmos explosivos en muchos hombres, lo mismo ocurre en las mujeres cuando se despiertan adecuadamente estas zonas erógenas interconectadas.
Separar la realidad de la ficción sobre el punto G y el squirting
A medida que el fenómeno del punto G y del squirting se va extendiendo, resulta importante separar la realidad de la ficción para fomentar el placer femenino. Ficción: El punto G es la cima del potencial orgásmico de todas las mujeres. Realidad: La mayoría necesita la estimulación directa del clítoris para alcanzar el clímax. Ficción: El squirting significa una experiencia sexual superior. Realidad: El placer intenso surge subjetivamente de un sinfín de actividades. Ficción: Determinadas técnicas inducen universalmente al squirting. Realidad: Los niveles de comodidad, las preferencias y las capacidades varían mucho de una mujer a otra.
Aunque no existe un libro de jugadas definitivo que garantice el squirting, la posibilidad de despertar el punto G sigue estando abierta a todas las mujeres a la espera de una pareja cariñosa, más centrada en la conexión que en las expectativas. Cuando la presión disminuye, surge el verdadero placer.
Desbloquear el potencial de Squirting
Acondicionar el cuerpo y la mente para una conexión sexual profunda se manifiesta de forma diferente en cada persona. Dicho esto, los estudios revelan rasgos comunes entre las mujeres que relatan experiencias de squirting fiables:
- Preparación prolongada de la excitación, tanto física como mental, mediante actividades como masajes sensuales, "sexts" tórridos, películas eróticas y diálogo abierto sobre los deseos. Esta fase se multiplica por 20 en estas mujeres en comparación con las que no alcanzan el potencial de squirting.
- Combina la estimulación externa del clítoris con el masaje interno del punto G mediante estimulación manual o juguetes curvos diseñados específicamente para la doble activación.
- Dar prioridad a la intimidad frente a los objetivos temporales. Sintonizar con las sensaciones y las señales verbales y no verbales favorece la inmersión en la experiencia.
- La micción frecuente antes de la actividad sexual indica una vejiga completamente vacía capaz de rellenarse con fluidos eyaculatorios en lugar de con orina.
Por supuesto, la capacidad de eyacular no importa sin atención, confianza y satisfacción mutuas. Deja a un lado las expectativas y disfruta de las relaciones íntimas a medida que se desarrollan.
El futuro de la sexualidad femenina
Aunque los expertos en salud sexual siguen investigando para desentrañar los misterios de la anatomía femenina, ningún estudio clínico supera los conocimientos adquiridos mediante la exploración personal. En lugar de esperar una fórmula, fomenta las relaciones íntimas con parejas afectuosas. Olvídate de los juicios, las expectativas y los plazos. En lugar de eso, muévase despacio, hable abiertamente y sintonice con los sentidos, atravesando este terreno inexplorado con paciencia y alegría. Perfecciona las técnicas basadas en el placer, la comodidad y la conexión. Pronto trazarás las hojas de ruta personalizadas hacia la intimidad que mejor se adapten a tus ritmos y respuestas particulares.
Recuerde: descubra el placer en sus propios términos. No se limite a lo físico, abrace el erotismo también por vías psicológicas, emocionales y sociales. Descubre actividades que provoquen una excitación positiva y conecta con tu pareja a través del diálogo íntimo, la atención consciente, la coquetería y el flujo sensual. Este abrazo holístico proporciona mayor satisfacción que cualquier posición o técnica en particular. Disfruta de la aventura de conocerte a ti mismo a través de los ojos de tu pareja. Deja que la vulnerabilidad y el juego sean tus guías, en el squirting y más allá.